Behobia-San Sebastian.
Esta es para mí la carrera de las carreras. La más apasionante sin
ninguna duda. La que más sentimientos despierta en mí. Fue la
primera carrera a la que me apunté, fue el año pasado, en 2013, y
lo hice por rendir homenaje, como parte de mi familia, a un grande
que ya no está entre nosotros. Fue la carrera que me enganchó a
este mundo tan sano y deportivo.
El domingo 09/11/14 cerré
el círculo, volví al lugar donde empezó todo. Hace un año era un
corredor novato e inexperto, que pensaba que esto iba a ser
ocasional, y un año después volvía al lugar donde me convertí en
un adicto al running. Behobia-San Sebastian, prometo que siempre vas a
estar en mi calendario.
Este año, además, era
la 50 edición de la carrera, lo que llevó a un récord de
participantes y al cambio del recorrido de las últimas ediciones,
volviendo al original de esta prueba que se corrió por primera vez
en 1964.
Esta vez salía en el
primer cajón de color rojo, a las 10:06 horas, cuarto cajón en
orden de salida. Allí me acompañaba mi compañero Beer Runner de Logroño Javi Veci. Mi intención al empezar la prueba era bajar
de 1h25´ (4,15´/km). En nuestro cajón había una liebre que marcaba
ese tiempo y mi idea inicial era seguirla, pero las palabras de Javi
justo antes de empezar: ¨A la liebre la dejamos siempre detrás,
nunca delante nuestra”; me hicieron cambiar mi estrategia y decidí
ponerme a rueda de Javi. No tenía todas conmigo después del
batacazo de la ½ maratón de Bilbao...pero
Behobia es diferente...y salí a por todas.
Por
fin una buena colocación en la salida y primer kilómetro rápido, a
3,52´/km, para llegar al inicio de la subida al puerto más largo,
Gaintxurizketa, en el 6K, en 24´38´´(4,06´/km). Hasta aquí me vi
muy bien, siguiendo el ritmo de Javi y siendo su sombra, pero en el
comienzo de la subida él iba más fuerte y decidí coger mi propio
ritmo. Aún quedaban 14K y tres altos que coronar.
Subida al alto de Gaintxurizketa
Tras
kilómetro y medio de subida, tocaba recuperar el tiempo perdido en
la bajada. Serían 3K de bajada y 2K prácticamente llanos para
recuperar tiempo y fuerzas antes de la subida a Capuchinos, parte
nueva del recorrido en esta 50 edición. Cogí un ritmo constante en
esos 5K, sin superar los 4,10´/km en ninguno de ellos. Ya habíamos
entrado en Errenteria, donde la cantidad de público era brutal, y
nos quedaba afrontar la subida a Capuchinos, estábamos ya en el
12,5K.
Capuchinos
resultó ser bastante más asequible de lo que lo pintaban, además
aquí me llevé una alegría inmensa al ver a otro Beer Runner de Logroño, Fermín, que había salido en el cajón verde, un cajón
más adelante que el mio. Tras charlar un poco con él acerca de qué
tal estábamos cada uno y sobre los ritmos que llevábamos, avanzamos
juntos unos 5-6K, hasta el alto de Miracruz. Los ritmos seguían
siendo buenos y las piernas iban bien, no se podía escapar la marca.
No, hoy no.
En
la subida a Miracruz, que empieza en el 16K y acaba en el 17K, me
adelanto un poco a Fermín, y no sin sufrimiento, corono el alto en
01h11´18´´. Miro el reloj y veo que tengo casi 14´ para hacer 3K.
Ya está, esta vez no se me iba a escapar. Iba rodando por debajo de 4,10´/km
en los kilómetros llanos, así que con mantener ese ritmo iba a
marcarme un tiempazo, bastante mejor que mi objetivo de bajar de
1h25´, además, esos últimos 3K eran prácticamente en bajada.
Sonreí y apreté.
Última esfuerzo en la recta de llegada a meta (Kursaal)
El
18K lo hice en 3,54´/km y el 19K en 4,05´/km. Último kilómetro,
ya lo tengo. La Avenida de Zurriola repleta de gente, donde me tomo
la licencia de incentivar al público a que anime más si cabe, veo
el Kursaal y encaro los últimos metros de la prueba corriendo y
sonriendo a la vez, hacía muchísimo que no sentía eso, y lo
necesitaba. Último kilómetro en 3,55´/km y paro mi crono en
01h23´11´´ (4.10´/km). ¡Conseguido! Puesto 1695, bajando 17´ mi marca respecto al año pasado.
El
último kilómetro fue un cúmulo de emociones y sentimientos que se
convirtieron en felicidad plena metros después de cruzar la meta y
mirar mi crono. Puedo decir que hasta me emocioné. Hacía tiempo que
no experimentaba esa satisfacción de conseguir bajar una marca o
bajar de un determinado tiempo. Llevaba dos carreras acabando a
disgusto, las medias de Logroño y sobre todo Bilbao no
fueron como esperaba, y por fin volvía a disfrutar. Tras cruzar la
meta me vinieron a la mente las imágenes de mi sufrimiento por
acabar la media de Bilbao, y ese sentimiento de que lo que acabas de
hacer vale por todo, compensa. Y más aún sí lo consigues en la
Behobia-San Sebastían, donde empezó mi adicción a correr y donde
acabo de recuperar esa satisfacción que da acabar las carreras como
te has propuesto y para lo que has entrenado.
Foto con Fermín y nuestra merecida medalla
Qué decir de la Behobia-San Sebastian que ya no se sepa. Es la carrera
que todo corredor popular tiene que correr alguna vez en la vida.
30,000 personas corriendo en una misma dirección, cada una
persiguiendo su pequeño gran reto y empujados por la gran cantidad de
público presente en la prueba desde el primer kilómetro hasta el
final que no para de animar ni un solo segundo. La música, el
pirata, la solidaridad de los corredores, la organización...todo, la
Behobia-San Sebastian lo tiene todo. Pero cuidadito, que si probáis
os aseguro que vais a repetir.
Gracias
Javi Veci por llevarme a ese ritmo los seis primeros kilómetros,
gracias Fermín por ir junto a mí otros tantos (el ir con gente
conocida, no sabéis lo que ayuda).
Gracias
Borja por llevarnos, traernos y hacer de guardarropa.
Enhorabuena
a los debutantes en esta prueba: Eloy, Elía, María y Lucía.
Enhorabuena
a Mikel, que mejoró su mejor marca en la prueba y necesitaba más
que yo una alegría como esta.
Post-Behobia: celebración por todo lo alto
Enhorabuena
a toda la familia morada de Sindrome de Dravet (increíble vuestro
apoyo antes, durante y después de la carrera)
Enhorabuena
a mis familiares que se dieron cita en la prueba: Katxi, Manel, Marc
y Chorche (por fin el récord de la Behobia es mio).
Mención
especial para mi tío Jesús, enhorabuena, para quitarse el sombrero.
El
domingo 09/11/14 se cerró el circulo, volví a donde empezó mi
adicción a correr para recuperar esas ganas de seguir corriendo para
conseguir nuevos retos. Y muchos de los que salís aquí, me vais a
ayudar a conseguirlos. Porque...
CORRER
TE HACE FUERTE
eres grande compañero, muy grande!!!un gran placer y seguro que haremos mil mas!!
ResponderEliminarEn diciembre pondremos el broche final a un gran año en Vitoria compañero!!!
EliminarY 2015 será el año del GRAN RETO.
Que el ritmo no pare!
No tienes techo jugon!! Enhorabuena ��
ResponderEliminarGracias Koldo!!!!
Eliminargracias por comentar el blog y leerlo, la Behobia...impresionante!
hola Alex.
ResponderEliminarTe felicito por el blog, por la carrera, y por lo buena gente que eres.
Por mi parte, encantado de haber compartido esos kilómetros contigo y de verme incluido en estas líneas tan bien escritas.
Sin conocerte bien, creo que las cosas que te salen bien es porque te lo mereces.
Y fruto del trabajo por supuesto. Sigue así.
Un abrazo.
Fermín.
Gracias Fermín!!
EliminarFue una gran alegría el verte.
En Vitoria espero que ya no tengas molestias y rompamos juntos el crono!
Un fuerte abrazo
Ah!!
ResponderEliminarEsa foto que salimos juntos con las medallas, ya me dirás donde la puedo conseguir.
O me la pasas.