Montado en el vagón de aquel tren que recorría grandes montañas con destino al Maratón de Las Tucas, llegué a una estación de ciudad, con parada obligatoria. Había que permanecer allí como máximo 1h y 30´para no desaprovechar el camino que ya llevaba recorrido hasta llegar a la ciudad de Tudela. A decir verdad, no tenía excesivas ganas de parar allí, no era una parada que apareciese en el itinerario del recorrido con destino al Maratón de Las Tucas. Pero muchas cosas en mi interior me obligaban a aceptar esa parada como parada obligatoria. En esa ciudad nací y en esa ciudad reside gran parte de mi familia. En esa ciudad sabía que no iba a correr solo.
Todos empezamos a correr por algo, por un motivo que nos empuja a apuntarnos a nuestra primera carrera. Unos se quedan en el camino, otros terminamos enganchándonos. Desde aquí me gustaría contaros mi experiencia, el por qué empecé y el cómo me enganché, así como las crónicas de las pruebas en las que participo. Espero que lo disfrutéis.