Cuando los dos padres de la pareja son runners y hay un bebe al que cuidar, uno de los dos se tiene que sacrificar para que corra el otro. Como casi siempre le toca sacrificarse a Maria José, esta vez iba a ser yo el que se quedase ejerciendo de padre mientras ella corría pero...el día anterior se anuncian dos dorsales a la venta de conocidos que no podían acudir a la cita y nos costo poco liarnos a Richi y a mi, que en cuanto surgió la posibilidad ya casi teníamos el dorsal puesto.
La siguiente jugada mágica fue la de llamar a los abuelos del bebé que, encantados, se quedaron con ella mientras los padres recorrían los montes de Matute.
La carrera fue divertida, tomada como un entreno más donde no sufrimos en ningún momento yendo de principio a fin juntos Richi y yo, sin lograr alcanzar por poco a las chicas murcianas antes de que estas llegasen a meta tras realizar la modalidad de marcha.
El dia fue espectacular y disfrutamos en meta de una fresquita cerveza rodeados de nuestros compañeros Beer Runners de Logroño constatando una vez mas que
CORRER TE HACE FUERTE
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