12/06/16: 20K MATUTRAIL: INMEJORABLES SENSACIONES

Cuando quería tener un fin de semana de descanso sin ninguna prueba, debido a la caña que llevaba encima con la Hiru Mendi Trail  (27K) y la Camille Extreme (32K), me decía mi chica María José que se quería apuntar a la marcha senderista de Matute, de 12K, en compañía de sus amigas Marta y Ana. Escuchado eso, no me quedó más remedio que apuntarme a la carrera larga de 20K, pero vamos, casi casi por obligación. 

Después de una semana de sólo 15K debido a la paliza que llevaba tras los 32K duros de la Camille Extreme, llegué al día de la prueba con las piernas bastante descansadas, así que me apetecía darme caña. 

Sin hacer una salida excesivamente alocada, cogí un ritmo constante que me llevó a la cima de la primera de las subidas. Decidí apretar en la bajada ganando varias posiciones para volver a subir otra cima. La bajada era por un sendero estrecho muy bonito y divertido para correr. Nos adentrábamos en una zona boscosa. En el 7K estaba el segundo de los avituallamientos y allí es donde me estaban esperando María José y sus amigas. Un beso, un poco de postureo y a seguir. Este era el punto donde la carrera de 20K se separaba de la de 12K para iniciar una bonita subida rodeados de árboles. Fue aquí cuando, por sorpresa, me encontré con Richi, con el que iría hasta el final de la prueba. Sobre el 10K acabamos la subida y se inició una zona de llaneo que se agradecía. 

Paramos en el avituallamiento que allí se encontraba y repusimos un poco de fuerzas. Era el último avituallamiento de la prueba y había que hidratarse bien. Aún así le metí algo de prisa a Richi. Salí tan disparado que a punto estuve de confundirme de camino. Si no es por Richi probablemente aún estaría por los montes de Matute. Una vez recuperada la senda correcta, me dediqué a seguirle. Apretamos un poco ya que estábamos en continua bajada antes de llegar al 13K, momento del ascenso más duro de la prueba. 

En condiciones normales me hubiera dado mucho respeto o incluso algo de miedo esa subida, que a pesar de su dureza me pareció corta al tener tan reciente el muro que es subir la pared del Ezkaurre en la Camille Extreme. Aproximadamente medio kilómetro de subida prácticamente sin sendero por donde ir, que coronamos a un ritmo constante. Quedaban algo más de 5K para llegar a meta y empezamos el descenso por una zona técnica con mucha piedra, mi peor terreno. Aún así las piernas me iban perfectamente. 

Tras el descenso, breve subida para coronar el último de los montes e iniciar la bajada por pista hasta el pueblo. 

Fueron casi 3K de bajada por pista donde es mucho más fácil correr y aprovechamos para ello. Al final entrada en meta en 2h04´17´´, posición 17 de 67 finalistas, junto con Richi, que aún pudo arañar alguna posición pero prefirió quedarse conmigo. Eso sí, en vez de 20K, acabaron por salir 18,6K.

Entrada con Richi en meta

Muy contento con las sensaciones que me ha dejado esta prueba, que me hace ver que tan importante como entrenar es descansar. Para rendir bien hay veces que hay que frenar un poco, sin que eso signifique que haya que parar del todo. 

Para finalizar, dar la enhorabuena a las chicas, María José, Marta y Ana, que se iniciaban en esto del trail, y que tan bien se lo pasaron en su marcha; y a Juanpe, que volvía a correr después de la Behobia. Cracks todos ell@s. Ya sabéis, esto engancha y sobre todo...

CORRER TE HACE FUERTE