miércoles, 23 de septiembre de 2015

13/09/15: 1/2 MARATÓN CIUDAD DE LOGROÑO: OBJETIVO CUMPLIDO Y CON GANAS DE SEGUIR ENTRENANDO

Tras un intenso verano con, por decirlo sutilmente, poco entrenamiento y un agosto donde he empezado a cargarme las pilas, llegaba el primer test serio de la temporada. La 1/2 Maratón Ciudad de Logroño. Allí me junté con la gran marea naranja de los Beer Runners de Logroño, chapó por tod@s los corredor@s y en especial a tod@s l@s que perdieron su tiempo en dejarse la voz animándonos. Evidentemente no podía aspirar a batir mi mejor marca en una media, pero sí quería bajar de 1h30´, y según me viese, mejorar mi tiempo del año pasado en esta carrera, que era de 1h29´15´´. (ver crónica del año pasado).  


Al asalto de esa 1h30´ formamos un grupo tres corredores. Richi, José Manuel y yo. Salvo el primer kilómetro en el que salimos algo más lentos hasta que nos hicimos con nuestro sitio en la carrera, rodamos por debajo de los 4´15´´/km (ritmo que nos hubiese hecho bajar de la hora y media) a sabiendas de la dureza de la segunda parte de la carrera. De esta manera dejamos a la liebre de 1h30´ detrás nuestra y rodamos a ritmos entre los 4´/km y los 4.10´/km.

Richi y José Manuel iban un puntito más fuertes que yo y opté por dejarles marchar en vez de forzarme en el 5K y mantener mi ritmo de 4.05´/km, ritmo insuficiente para permanecer a su lado. Esto iba a ser largo. 



De esta manera y como es habitual en las medias que corro, pasé mis peores momentos de la carrera entre los kilómetros 7 y 9 corriendo en solitario, tratando de no perder la referencia de José Manuel, unos 20-30 segundos por delante mía. Richi ya se había escapado. Tomé un gel y comencé a encontrarme muy bien. Iba poco a poco recortando la distancia con José Manuel, al que di caza alrededor del 13K. 


Zona más empinada de la prueba. Calle Norte.

Mis sensaciones eran muy buenas, me encontraba fuerte, mucho mejor que en la primera parte de la carrera. Pasamos por el punto más empinado de la prueba, entrando en la calle Norte y mi ritmo era bueno. Giramos la muralla de El Rebellin y entramos en la calle Marqués de San Nicolás. Fue entonces cuando aumenté el ritmo aprovechando la cuesta abajo de la calle. Allí me distancié de José Manuel. Era el kilómetro 15,60. Recibí los ánimos de la "fan zone", gracias a los cuales cogí un poco más de energía para cruzar el Puente de Hierro y ya en la otra parte de la ciudad, apreté todo lo que pude y conseguí hacer los dos kilómetros que faltaban hasta llegar al largo Puente de Sagasta a ritmos de 4.02´/km y 4.08´/km respectivamente. Era el 18K y llevaba 1h14´51´´. El objetivo no se iba a escapar pero quedaba la parte más dura por su desnivel y por la falta de público en esa zona. 



Cruzar el Puente de Sagasta y atravesar General Urrutia costaba. Como se dice en este mundillo, son 2K que "pican pa´arriba". La media de ambos fue 4.25´/km cuando venía rodando a menos de 4.10´/km en los anteriores. Aunque iba adelantando a algún corredor y tenía sensación de ir, aunque cansado, bastante bien, era incapaz de ir más rápido. Ya estábamos en la Calle Portales, inicio del kilómetro 20 y llevaba un tiempo de 1h19´18´´. Aunque en algún momento lo llegué a pensar, era ya imposible batir mi mmp en una media maratón, que era de 1h26´10´´ en la 1/2 maratón de Vitoria, en diciembre de 2014.  

Apreté de nuevo aprovechando la bajada y volví a notar el apoyo de la "fan zone" (ya sólo les oía, no me daba para verles). El 19K a 4.11´/km y el 20K a 4.04´/km por el centro de la ciudad para entrar en la meta, en El Espolón, en 1h28´42´´ (4.10´/km). Según mi GPS, salieron 21.300 metros (200m de más). Posición 60 de 718 participantes. Objetivo conseguido. 


Contento por el resultado y por cómo acabé la carrera. Muy buen ritmo con tan sólo un mes de entrenamientos serios, lo que da ganas para seguir corriendo y para empezar a mirar algún bonito reto de cara al 2016, porque sin correr noto que me falta algo, porque al correr tengo una sensación muy gratificante, porque...

CORRER TE HACE FUERTE



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