02/12/18: MARATÓN DE VALENCIA: SUB-3 HORAS. SUEÑO CUMPLIDO

Esta es la historia de un tipo que creyó en sus posibilidades, que se propuso lo que para él era una gesta, que se esforzó y se sacrificó para lograrlo y, por qué no decirlo, que tuvo un pelín de suerte en su hazaña. Si esperas leer una historia de un super héroe este no es el sitio, si crees en las palabras sacrificio, esfuerzo, dedicación y perseverancia, continua leyendo, pero ten paciencia, que esto es un maratón y es muy largo.

Antes de la carrera:

Con la inscripción realizada con casi un año de antelación, llegó agosto y empezaron a surgir las dudas sobre cual iba a ser el objetivo de este maratón. Había uno claro, que era el de bajar mi marca en el Maratón de Sevilla (3:13:18) y a partir de ahí ¿qué? Con mi recién estrenada paternidad las obligaciones crecen y el tiempo de entrenar disminuye, mi estado de forma estaba lejos de ser el óptimo pero fue entonces cuando recibí ese empujón y esa amortiguación del mismo necesarios para saber que me la iba a jugar. 

Richi: "Estás para ser sub-3" "Ni de coña" "Que sí, hazme caso, sub-3, yo te llevo". Y así empecé a creérmelo: "¿Y por qué no puedo ser sub-3? El empujón ya me lo habían dado, ahora había que parar la caída y en esto me siento afortunado porque tengo a la mejor compañera de viaje posible. María José me animó a intentarlo asumiendo que iban a ser muchas las horas robadas a ella y a la enana y que iba a tener que cargarse con el doble de trabajo. Millones de gracias por entender esta locura. Ha merecido la pena.

Con el sueño del sub-3 en mi cabeza, el plan de entrenamiento ya estaba en mi poder con una fecha en rojo, el 27 de agosto, día del primer entrenamiento. A partir de ahí, 65 entrenamientos más, de los cuales 60 han sido de carrera con 915km acumulados y 5 han sido de bicicleta de carretera con 230km.

No me he saltado ni un solo entrenamiento, todos realizados según lo previsto y a falta de una semana... miércoles y jueves en casa con dolor de garganta y fiebre. No me lo podía creer. El viernes bajamos a Valencia y el cuerpo ya estaba algo mejor. El sábado, no sé si por el clima o por el ambientazo que se respiraba en Valencia, ya no tenía excusa. Una simple gripe no me iba a parar. 

La carrera:

Tras despedirme de María José, quién me inyectó ese punto de emoción necesario pre carrera, entré con Richi en el cajón morado de 3h-3h15. Nos quedamos a mitad de cajón con lo que no íbamos a poder correr con la liebre de 3 horas que era lo deseado, así que tendríamos que hacer la guerra por nuestra cuenta. A nivel de confianza y motivación estaba a tope, pero he de reconocer que había cierto nerviosismo. Me deje llevar por las recomendaciones de Richi y una vez dado el pistoletazo de salida mi único cometido era seguirlo. Fueron casi cuatro kilómetros de zig zags constantes adelantando gente y buscando nuestro espacio en carrera. Es increíble como hay gente que yendo al ritmo que va sale tan adelante estorbando al resto de corredores que si van al ritmo marcado para ese cajón. Pero eso es otra historia. 

Nosotros seguimos con el guión establecido, fuimos pasando kilómetros sin darnos cuenta y ganando 2-3 segundos en cada kilómetro para ir acumulando un pequeño colchón de cara a la segunda media maratón. Todo controlado.

Pasamos la media maratón en 1h29´20, según lo previsto, y yo ya me iba haciendo a la idea de que no podía desconcentrarme ni siquiera en los avituallamientos. Tenía que ir absolutamente concentrado en el ritmo en todo momento para poder mantenerlo. En este punto Richi me comentó que le molestaban un poco las tripas pero ahí se quedó la cosa. 

Seguíamos pasando kilómetros hasta llegar al 25, distancia máxima entrenada, donde las piernas seguían respondiendo perfectamente. Dos kilómetros más tarde llegó el cambió de guión del maratón soñado. Richi me dejó solo debido a los dolores de tripas en el kilómetro 27. En ninguno de los escenarios imaginados por mí antes de la carrera se daba esta situación, la de quedarme sólo a tantos kilómetros de meta. O llegábamos juntos o en teoría iba a ser yo el que se quedara, ya que él dominaba mejor el ritmo para las 3 horas que yo. Tras unos segundos de incertidumbre donde empiezas a pensar si vas a ser capaz de hacerlo tú sólo y mil historias que se pasan por la cabeza, decidí marginar a mi cerebro y no hacerle ni caso en la medida de lo posible. No pienses y corre. Ese era el objetivo. Al menos uno de los dos lo íbamos a conseguir. 

De esta manera me planté en el 30K, donde me acordé de la gente que me estaba haciendo seguimiento a través de la app y me marqué como meta llegar al 35K todavía en tiempo de ser sub 3h. A partir de ahí el cuerpo hablaría. Mención especial al chute de energía en el kilómetro 32, donde estaba situado un arco con forma de muro al que un speaker nos instaba a derribar. Quizá fue coincidencia pero el speaker a mi paso dio con la tecla de lo que necesitaba oír: "tantos entrenamientos a deshoras, cuando no apetece salir a entrenar y vosotros habéis salido" "tantas horas robadas a los vuestros..." "por todo eso vais a derribar el muro y vais a llegar a la meta". María José y Sofía vinieron inmediatamente a mi cabeza y con ellas llegué al kilómetro 35. 

Para mí el kilómetro 35 es el momento de empezar a descontar, hasta llegar al 35K vas sumando kilómetros, a partir del 35K los vas descontando. Sólo quedaban 7K y ya veía que iba en tiempo pero muy muy justito, cualquier kilómetro en el que perdiera 15´´ prácticamente me condenaba. El objetivo aquí era ir uno a uno. En cuanto a sensaciones iba confiado, sufría por mantener el ritmo pero los acababa sacando adelante. Del 35 al 40 fue el peor tramo, aquí vino bien el pequeño colchón de 40´´ que obtuvimos de la primera media maratón. Me puse como objetivo no superar el 4.20 y como ritmo óptimo el 4.15, y llegar al kilómetro 40 para hacer el análisis final y echar el resto. En esa franja me iba moviendo y kilómetro 40 a la vista. 

Si había llegado hasta aquí no se me podía escapar la marca por unos segundos. Tocaba apretar, y mucho. Me volví a acordar de los que me seguían a través de la app y me imaginé su empuje final, me acordé de mi liebre Richi, había que llegar por debajo de las 3 horas sí o sí. Dicen que estos últimos kilómetros se corren con el corazón y no con las piernas y es totalmente cierto. Me planté en el 41K. Iba vacío. Muy vacío. Cada metro era más largo que el anterior. Pero fue entonces cuando otro chute de moral me llegó para darme fuerza. Y casi no lo veo. Allí estaban María José y Marisa. A Marisa directamente no la vi (gracias por las fotos) y tras pasar a las dos de largo, un grito de "¡Alejandro!" me hizo girar la cabeza. Mariá José y su sonrisa al grito de "ya lo tienes". Pues con eso corrí el resto de la carrera, esos infinitos 1195 metros.   

Cuando digo que iba justo en tiempo es que iba muy justo. No se cómo lo hice pero del 41 al 42 conseguí correr a 4´de media. Los últimos 195 metros a 3.35´/km de media. Son esas situaciones en las que hay que sacar fuerza de donde no las hay e inexplicablemente la sacas. Fue un final agónico que mereció mucho la pena. Al bajar la criminal cuesta para entrar en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde tenía intención de disfrutar esa preciosa llegada a meta, no me quedaba otra opción que seguir sprintando. Pasé el cartel de 500m a meta y tenía 2 minutos para llegar. Eso supone ir a 4´el kilómetro después de llevar 42 a las espaldas. Pero estando tan cerca no se me podía escapar. Apreté, corrí, sprinté, lloré y paré el crono en 2:59:53. Lo había conseguido. Sub 3horas al primer intento. 

Quiero hacer una mención especial al factor suerte, que en esta distancia es fundamental. El día para correr fue perfecto. Si llega a hacer un poco de viento, aunque hubiera sido poco, seguramente no habría conseguido el objetivo. Esta es la grandeza del maratón, que dependes al 80% de tus entrenamientos y un 20% del factor suerte (sensaciones en el día, temperatura, tiempo, viento...). Por suerte, todo salió de cara. 

Datos de la carrera:

1ª 1/2 Maratón: 1h29´20
2ª 1/2 Maratón: 1h30´33
Tiempo total: 2h59´53-----------------ritmo medio 4.16´/km

19495 finishers
1576 sub 3 horas

Sensaciones post carrera:

Con el paso de los días, esto hay que disfrutarlo y mucho. Han sido 3 meses largos, con 5 días de entrenamiento semanales, con mucho tiempo robado a la familia. Mucho esfuerzo y dedicación puestos en un osado reto. Soy consciente de que he roto muchas quinielas con esta marca nada fácil de conseguir pero que con esfuerzo y mucho entrenamiento he conseguido. Por eso puedo decir que ya me he pasado el juego del maratón. Tendrá que pasar mucho tiempo si alguna vez me da por volver a intentar bajar esta marca, porque el esfuerzo de los tres meses de entrenamientos y el esfuerzo durante toda la carrera han merecido la pena una vez,  pero difícilmente lo merecerán otra. 

Agradecimientos:

- Principalmente a María José, quien ha aguantado con paciencia los tres meses previos, quien se ha cargado de trabajo extra mientras yo entrenaba y a quien todavía le quedan fuerzas y ganas para volcarse en mi reto tocando la tecla adecuada en cada momento para hacerme ver que ella es participe de todo esto. 

- A Sofía, porque sin ella saberlo, me empujó cuando más cansado estaba.

- A mis padres, que hicieron de niñeros para que esto haya sido posible. 

- A todos los que habéis compartido conmigo algún entrenamiento en estos largos 3 meses: Richi, RK, Profe, Santín, Paparazzi, Miguel, Jonhy, Fermin, Marcos Bro y María José. 

- A los que seguisteis mi carrera a través de la app, un gusto leeros después de la carrera.

- A todos los que mandasteis un mensajito de ánimo antes de la carrera y a todos los que os alegrasteis de la marca después. 

- Y para acabar, al piso de Valencia, por el finde de risas que nos hemos marcado: María José, Marisa, Richi, Miguel y Santín. 


En momentos como este, cobra esto mucho más sentido

CORRER TE HACE FUERTE